Un bote de vaselina siempre a bordo.
La humedad y la sal son los mejores aliados para corroer y degradar todo aquello que toca, y en el barco hay muchas cosas que tocar, como cerraduras, válvulas, gomas de juntas de estanqueidad, guias o correderas, cables del control del motor etc.
Para todos estos elementos hay un remedio económico, que es la vaselina. Este producto está a la venta en farmacias, en varios formatos, no hace falta que sea ni perfumada ni el estuche sea de terciopelo, cuanto mas barata mejor.
Es cierto que hay infinidad de grasas para infinidad de usos, pero aquí hablamos de elementos que ni trabajan a una temperatura elevada ni con un nivel de fricción alto, como son los engranajes del motor, hablamos de bisagras de portillos y portas, de cerraduras, de cables de mandos, de válvulas de esfera, etc.
La vaselina repele el agua y la humedad, no mancha, es incolora, no solo es inocua para la piel, si no que la protege de la sequedad, es económica, no caduca.
Habrá observado que las tapas de escotilla después de mucho tiempo sin abrirlas, la goma que asegura la estanqueidad se pega al marco, pudiendo deteriorarse incluso al abrirlas. La solución es una película fina de vaselina antes de su cierre anterior a la parada invernal.
Cualquier junta tórica como las que equipan los transductores pasacascos de la corredera le agradecerá que las engrase con vaselina.
Donde hay un rato de entretenimiento es en los cables y mandos de los motores, ya sean fueraborda o interiores. ¿Cuantos cables de los mandos del cambio y del acelerador del motor hay que sustituir durante la vida de un barco por no prestarle el mantenimiento adecuado? Un cable de los denominados Morse es eterno si lo preservamos del sol, entubando la parte expuesta a él y lo engrasamos periódicamente en sus terminales para evitar que la humedad y el agua penetren en él. Pero además, el motor tiene infinidad de levas y palancas que es conveniente engrasar.
Podemos tapar los bombines de las cerraduras sin miedo con una gota de vaselina y unos meses mas tarde la cerradura funcionará como si se hubiera cerrado ayer por última vez. Los goznes de las bisagras, especialmente si son de latón o Zamak demandan una buena capa protectora, en caso contrario puede corroerse y soldar las partes de la bisagra, rompiéndose una vez que la sometamos al giro.
