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Tanques de agua potable.


 

Tanques de Agua

Los depósitos de fibra nuevos tienen mucho sabor a resinas que se irán eliminando lentamente con el paso del tiempo. A menudo puede tardar hasta 10 años de uso la eliminación por completo del sabor a plástico, aunque puede ayudar el llenado con vinagre o ácido acético diluido. Mientras tengan este sabor desagradable no debemos utilizar este agua para beber, utilizándola únicamente para la limpieza. Una solución eficaz consiste en utilizar un depósito de plástico flexible dentro del de fibra a modo de vejiga, debidamente acolchados para evitar que su movimiento desgaste y rompa la bolsa. Sin lugar a dudas, la mejor solución consiste en utilizar depósitos de acero inoxidable ya que son los más higiénicos al ser inertes y no reaccionar con el agua. Se pueden adquirir en distintos tamaños o incluso podrá encargar uno de la forma y medidas más apropiadas para su embarcación, aunque el precio es el más alto de todos. Para evitar que el agua del depósito se agite con los movimientos del barco produciendo ruidos y desgastes es necesario la fabricación de este con deflectores interiores que además, si están bien diseñados, le añadirán resistencia estructural. En todos los casos si lleva tiempo sin utilizar el agua del depósito, debe vaciarlo completamente y volverlo a cargar, ya que con el tiempo se pueden crear hongos y desarrollar impurezas en el depósito, tuberías, y especialmente en las llaves, bombas y los filtros que pudieran estar instalados. Existen varios tipos de aditivos que añadidos al depósito esterilizan el agua sin por ello aportar mal sabor a esta. Recuerde que cualquier depósito de agua debe ser opaco para evitar la proliferación de algas microscópicas que son las que dan el característico color verdoso de estos limos.


 

Calidad del Agua a Bordo

A veces cuando tomamos agua de los depósitos de nuestra embarcación y tiene un olor y/o un gusto desagradables. Con seguridad habremos hecho todo del modo correcto: hemos llenado los depósitos con la red de agua potable del último puerto donde hemos estado, o tal vez incluso con agua embotellada; también disponemos de depósitos de acero inoxidable o PVC perfectamente homologados para la alimentación... ¿por qué entonces sucede algo así?, ¿es válida el agua para el consumo? El por qué es bastante sencillo: el agua contiene siempre moléculas de residuos orgánicos que cuando se desarrollan generan pequeñas algas y bacterias que producirán mal olor y mal sabor. Para evitar que esto suceda, deberemos tener en cuenta los siguientes puntos:

 

Tiempo de almacenaje: el agua no puede estar almacenada durante largos periodos. Siempre que vaya a rellenar el depósito, vacíelo primero. Tenga en cuenta que el agua que lleve tiempo almacenada y en la que haya bacterias, contaminará rápidamente toda el agua que se eche en el depósito.

 

Temperatura: a mayor temperatura, más rápida degradación del agua.

 

Limpieza: si el depósito está sucio, se aumentará notablemente la probabilidad de "contaminar" el agua. Esto resulta obvio, pero muchas veces no se hace todo lo que debería hacerse al respecto.

 

Así pues, será necesario que se realice una limpieza exhaustiva de los depósitos, por lo menos una vez al año, poniendo especial atención en los fondos (todos los depósitos deben tener una tapa tal que nos permitan acceder al fondo para su limpieza). Para ello utilizaremos productos desinfectantes y un buen cepillo y, por supuesto, habrá que poner mucho cuidado y mucho tiempo en el aclarado posterior, para evitar que queden restos de estos productos.

 

Además de todo esto, conviene saber que en las farmacias tenemos a nuestra disposición productos que ayudan a mantener el agua en correctas condiciones para su consumo. Nunca está de más que consulte sobre los mismos.


 

 

 

Potabilizando el Agua

 

 

 

Si el agua a bordo es mala estamos en un serio problema, no hay otro lugar en donde conseguirla ¿Qué hacemos para asegurarnos que estará en buen estado?, deberemos potabilizarla correctamente. Además de los productos que podemos encontrar en la farmacia, existen tres métodos más tradicionales y comúnmente utilizados en navegación.

 

Son los siguientes:

 

 

 

Hervir el Agua: sin duda un método sencillo y eficaz. Cuando el agua alcanza la temperatura de ebullición de 100ºC, todas las bacterias que pudiera tener se mueren o inactivan, para lo cual el agua deberá permanecer hirviendo durante un mínimo de 5 minutos. Para garantizar el proceso, las manos deberán estar limpias, al igual que todos los utensilios que utilicemos para hervir. También debemos comprobar que el recipiente donde vamos a conservar el agua está correctamente esterilizado y mantendrá el líquido en correctas condiciones (hay quien, para asegurarse, utiliza el propio utensilio en el que se hirvió el agua). Este sistema sólo tiene un defecto: podemos potabilizar pequeñas cantidades, pero ¿quién hierve agua para llenar un depósito de 200 litros?

 

 

 

El Cloro: el cloro es uno de los desinfectantes más efectivos y baratos de cuantos existen. Resulta idóneo contra bacterias relacionadas con enfermedades transmitidas a través del agua, sin embargo no es bueno contra los virus, de ahí que, para evitar la presencia de virus, habría que filtrar el agua tras la cloración. Para potabilizar el agua con el uso de este producto, se utilizan pastillas de cloro que se echan directamente en el líquido y se dejan durante un tiempo para que "actúen", se mezclen bien y reposar unos 30 minutos para que el cloro entre en contacto con los microorganismos. Además hacer circular el agua clorada por el circuito de a bordo también servirá para desinfectarlo.

 

 

 

El Yodo: eficaz contra bacterias, virus y otros microorganismos de enfermedades que pueden ser transmitidas a través del agua. En su contra: su disponibilidad y uso es limitado y su coste es superior al del cloro (entre seis y diez veces mayor). Si la cantidad no es mucha, servirá una solución al 2%. Para obtener agua clara, un par de gotas por litro llega. También es preciso realizar un filtrado del agua tratada.


 

 

 

Normas a Tomar en Cuenta

 

 

 

Disponer de agua dulce a bordo para el consumo de la tripulación resulta, a todas luces, algo básico .Es responsabilidad de todos que el agua que consumimos se encuentre en perfectas condiciones ya que, de no ser así, podrá causar serios problemas de salud que no siempre resultan fáciles de afrontar si nos encontramos en alta mar. Si el nivel de deterioro del agua es muy alto, resultará evidente a simple vista y por el olor que desprende, pero en ocasiones no se ha alcanzado este nivel pero el agua habrá comenzado un proceso que no le hará apta para el consumo humano. Para evitar en la medida de lo posible que esto suceda, deberán seguirse unas normas básicas de control. Antes del llenado de los depósitos, estos deberán pasar un proceso completo de limpieza y supervisión. Aunque el barco sea nuevo este paso es del todo imprescindible. Ni que decir tiene que para la limpieza deberán utilizarse los productos específicamente fabricados con este objetivo y siempre respetar el proceso indicado.

 

Resulta conveniente llenar el depósito con productos desinfectantes, vaciarlo para que limpie y expulse la suciedad y volverlo a llenar con agua limpia. También deberán seguir este proceso de limpieza todos los conductos y griferías por las que tiene que pasar el agua. El uso de bactericidas cada cierto tiempo es imprescindible. El bactericida deberá ser utilizado en bombas, canalizaciones y grifos.

 

Nunca mezclar gasoil con el agua y evitar cualquier posible punto de contacto. El agua no deberá permanecer mucho tiempo en los depósitos, hay que hacer circular el agua con cierta frecuencia. Deberán independizarse los depósitos de agua y se irán abriendo según se vayan consumiendo.

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