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Bacterias en el Gas-Oil

En los tanques de gas oil se produce contaminación bacterial. Este proceso es causado por bacterias microscópicas, fermentos, moho y hongos, que se encuentran en el gas oil y generando que los filtros se tapen. Que duren menos horas y deban ser cambiados frecuentemente.

            Los combustibles y aceites son hidrocarburos orgánicos que siempre contienen alguna cantidad de agua, proveniente de la condensación que se produce con los cambios de temperatura. Esa mezcla de agua con el combustible genera el ambiente ideal para estos microorganismos se desarrollen y se reproduzcan.

            Estos microorganismos, en forma de embriones entran por el aire y crecen muchas veces en los tanques y surtidores adonde se almacena el combustible que embarcamos o en nuestros propios tanques. Estos microorganismos utilizan al combustible como su alimento, junto al sulfuro, carbón y agua. El calor de los motores contribuye al ambiente perfecto para el desarrollo de estas bacterias que se reproducen geométricamente y producen colonias que se instalan en nuestros tanques de gas oil.

            Las colonias bacteriales y el desperdicio metabólico de estos microorganismos, crean babas que han de ser retenidas por nuestros filtros de a bordo, tapándolos rápidamente. Por eso se tapan los filtros y por ello en ciertas embarcaciones la necesidad de cambiarlos tan seguido.

            Entonces nos podemos preguntar para que queremos filtros o para que sirven. Los filtros constituyen elementos apropiados para separar el agua del gas oil e impedir que las algas pasen al motor. Lo que no pueden hacer estos filtros es terminar con la causa real del problema: las algas en el tanque.

            La primera medida preventiva que podemos tomar es que el tanque de combustible nunca baje de la mitad. Ello da una disposición de oxigeno menor y reduce el campo de generación de algas.

            Otra medida preventiva es la instalación de sistemas magnéticos en el circuito de succión de combustible. Estos sistemas son muy simples. Se basan en que los microbios son células orgánicas con una membrana que contiene líquido celular electrolítico.

           El metabolismo celular y su reproducción dependen de un delicado balance eléctrico y cualquier modificación de ese balance es mortal para las células. Cuando el combustible contaminado con bacterias pasa por los imanes y la inducción magnética crea un disturbio e interrupción de ese balance, que es mortal para las bacterias.

          En algunos casos son medios cuerpos de aluminio que llevan los imanes y que “conectados” en la tubería de succión de combustible dan la carga imantada que realiza el proceso. En otros casos el sistema se presenta como una cámara por la que el combustible pasa en contacto directo con los imanes y de ese modo se produce el proceso por el cual las células se destruyen y las partículas que quedan son muy pequeñas y pueden pasar por el filtro de combustible. El motor entonces las quema mientras que el combustible que retorna al tanque se ha descontaminado.

           Pero aquí estamos trabajando en los efectos y no en las causas. Si tenemos algas en el combustible que guardamos en los tanques la solución reside en pasar todo el combustible con una pequeña bomba eléctrica a través del sistema imantado y reintegrarlo al tanque.

           Si la cantidad de combustible o las algas son muchas podremos utilizar elementos químicos que venden proveedores especialistas ( biocidas) y que elaborados para esta función se colocan en los tanques procediendo a una eliminación química de los microorganismos.

            Hay que tomar en cuenta que dichos elementos químicos tienen un efecto en aproximadamente 48 horas una vez aplicados al combustible.

            En algunos barcos existen tanques de combustible gasoil que han sido atacados en tal modo por las algas y suciedades, que ya representaría una ardua labor tratar de mantener la limpieza de los tanques redundando directamente en el recambio de los filtros, con altos costos en el consumo de los filtros principales y secundarios en las líneas de succión de los motores propulsores y generadores y consecuencias en el sistema de inyección por ende en el rendimiento de la máquina.

              Por ello la prevención de cargar en buenos lugares, mantener el tanque de combustible lo más lleno y ocuparse de la calidad del combustible que utilizamos constituyen los limites del mejor camino en cuanto al uso del gas oil. Para la necesidad de controlar la calidad del combustible existen productos muy fáciles de utilizar y comprender que permiten mediante muestras controlar que grado de contaminación tiene un combustible.

            A continuación les presentaré unas fotos que ilustran pos sí solo lo contenido en los párrafos anteriores, es importante destacar que la culpa  no recae solo en el combustible , luego de un pequeño estudio se llegó a la conclusión que el combustible que retorna de los motores , regresa caliente al mismo y al entrar en contacto con el combustible almacenado produce el cultivo ideal para la bacteria,produciendo directamente condensación en el tanque, recordemos que cualquier hidrocarburo orgánico ya contiene agua, si a eso le añadimos oxígeno y temperatura ya tenemos el caldo de cultivo biológico dispuesto para que proliferen microorganismos, fermentos, mohos y hongos.


Fig Nr. 1: Se puede observar como las bacterias explotaban los filtros primarios de combustible con apenas 80 horas de uso, lo normal era un recambio a las 250 horas.


Fig Nr. 2 Tanto los filtros previos como los principales sufrían los embates de la bacteria, trayendo como consecuencia problemas 
en el rendimiento de la máquina y en el sistema de inyección de combustible.

Fig Nr. 3 En esta fotografía se aprecia el grado de contaminación que presentaban los tanques de combustible 

 

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